Qué es una startup: fases, participantes y burbuja

Hoy vamos a hablar de lo que es una startup y un poco de toda la fantasía que vuela en torno a ellas. Jóvenes millonarios, grandes inversores, vida de ensueño y esas cosas. Ya sabes que a veces tanto mi blog como mi podcast los utilizo a modo de cuaderno para tomar nota de las cosas que investigo. Ésta es una de esas ocasiones. Espero que también sea interesante para ti.

Qué es una startup

Una startup es simplemente una empresa emergente, un negocio de reciente creación, ligado a la innovación, el mundo tecnológico y un potencial de crecimiento rápido. Eso será lo que atraiga las inversiones de terceros para ayudar a hacerlo arrancar en sus primeros pasos.

En los últimos años, la palabra “startup” se ha ido haciendo un buen hueco en el vocabulario habitual del mundo de los negocios. Lo que la diferencia de una empresa tradicional es principalmente la dependencia de terceros para obtener capital y lograr el crecimiento, en lugar de necesitar utilizar tu propio dinero para arrancar una empresa de forma más o menos rápida, que es lo que sucedía antiguamente. Esto ha permitido que jóvenes emprendedores con ideas innovadoras y comprensión de la tecnología puedan tener la oportunidad de desarrollar proyectos millonarios a una edad relativamente temprana.

Qué es la burbuja de las startups

Parece que hoy en día, el modelo startup es la única manera de crear una empresa tecnológica de éxito. La cantidad de dinero que se puede manejar en ese ecosistema en un periodo relativamente corto es bastante alta y por eso, en los últimos años, también se ha utilizado mucho la expresión “la burbuja de las startups”.

Tuvimos la burbuja de las punto com a finales de los 90 y principios de los 2000, como comentábamos en esta serie de podcasts sobre la revolución digital. La burbuja inmobiliaria 10 años después aproximadamente. Y, una década más tarde, parece que nos encontramos con otra burbuja económica más. Esto ya parece una tendencia, aunque el tiempo dirá si es cierto que existe esa burbuja.

¿Es el mundo de las startups un sector volátil más en el que los inversores ven una oportunidad de negocio fácil y rápido? No lo sé. Yo sólo soy un simple fotógrafo. Pero aquí abajo tienes algunas cosas que he podido aprender gracias al libro “La farsa de las startups” de Javier López Menacho, especialista en comunicación y reputación digital.

Fases de crecimiento de una startup

1. Fase inicial o seed stage

Se suele recurrir al capital semilla, es decir, a las aportaciones de los fundadores, familiares, amigos o algún pequeño inversor que apueste por el proyecto. No existe todavía un plan de negocio, sino que toca alimentarse de ideas e ir puliendo las características de la empresa.

2. Fase temprana o early stage

Ya hay un producto o servicio en el mercado y toca testearlo con el objetivo de ir creciendo poco a poco. Se amplia la plantilla, van llegando los primeros ingresos y es cuando se puede acudir a diferentes fondos de inversión, incubadoras o aceleradoras, que tratan de ayudar a consolidar la empresa.

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En España la gran mayoría de startups no pasa de la fase temprana

3. Fase de crecimiento o growth stage

Toca demostrar que se es competitivo, tratar de acaparar la mayor parte del mercado y tener cuidado con los sobrecostes. Aunque la financiación sigue teniendo un peso importante, los ingresos deberían haber alcanzado un nivel suficiente como para solventar los pagos del día a día.

4. Fase de expansión o expansion stage

Llega el momento de expandirse, ya sea internacionalizándose o tratando de acaparar grandes cuotas de mercado. La estrategia es clave y de nuevo cobra importancia la financiación. Aquí es donde suele entrar en juego el capital riesgo o venture capital, donde una entidad financiera o fondo de inversión aporta capital a cambio de un porcentaje de participación.

5. Fase de venta, de salida o exit

Por supuesto, no siempre se llega a esta fase, donde la empresa alcanza los objetivos necesarios para que una empresa más grande o la bolsa quieran hacerse con la empresa.

Popularmente, tenemos la imagen de que la mayoría de startups terminan triunfando y haciéndose grandes o, por otro lado, vendiéndose y haciendo millonario a su fundador pero esa creencia se aleja muchísimo de la realidad. Obviamente, las grandes empresas tecnológicas de este siglo o las ventas millonarias de empresas son las que copan los titulares: Uber, Airbnb o redes sociales millonarias como Whatsapp o Instagram, adquiridas por Facebook hace unos años. Pero, por supuesto, las pequeñas startups que apenas hicieron ruido durante un par de años o ni eso no se guardan en nuestra memoria, aunque todas ellas en conjunto son muchísimas más que las que triunfan o se llegan a vender.

Quién es quién en el mundo de las startups

Además del papel que juegan los medios de comunicación, el gobierno o las entidades financieras en el ecosistema startup, hay ciertas partes que asociamos especialmente a este mundo.

CEO

Del inglés chief executive officer, es lo mismo que decir directora ejecutiva o director ejecutivo. Normalmente es la persona creadora de la idea y máxima responsable de la organización. Su pretensión inicial suele ser la de conseguir mucho dinero gracias al liderazgo, la agilidad y la capacidad de tomar decisiones, habilidades que no siempre se encuentran en su máxima expresión. Pero lo que afecta al ego de una persona el hecho de ser CEO a veces le ciega para ver que necesita formación, consejo o cambiar la estrategia de crecimiento.

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Una de las causas clásicas de fracaso de una startup se debe a la mala ejecución de su CEO

Incubadoras

Centros formados por especialistas que se encargan de evaluar la viabilidad de la empresa y el plan de negocio. Cuentan con los recursos y conocimientos necesarios para ayudar a sacar una empresa al mercado con mayores posibilidades de éxito.

Aceleradoras

Cuando el modelo de la startup ya se ha testado en el mercado, las aceleradoras ayudan a busca un crecimiento rápido detectando puntos que se pueden mejorar, ayudando a traccionar y escalar el negocio, aportando si hace falta un espacio físico y ayudando a conseguir financiación externa.

Business Angels

Personas físicas o jurídicas que aportan financiación, experiencia y/o contactos con el objetivo de conseguir ganancias en el futuro. Suelen ser profesionales con experiencia y prestigio, líderes en un determinado sector y con capacidades demostradas. Además de participar en el capital de la empresa, aportan toda una carrera de conocimiento. Pueden aparecer en cualquier fase de la vida de la startup aunque suelen participar más en las fases iniciales.

Mentores

Asesores profesionales que se involucran en varios proyectos a la vez, aportando experiencia y ayudando a situar la startup en el mercado. Es una figura aportada habitualmente por las aceleradoras o los bancos. De ellos obtiene su remuneración, no suele obtener una participación en la empresa a la que asesora.

Advisors

En este caso son especialistas en el sector en el que trabaja la startup y la ayudan a desarrollar el negocio, la imagen y la reputación en ese sector, relacionando la empresa con actores influyentes. Ejercen de consejeros en la empresa, obteniendo remuneración directamente de ésta, muchas veces sujeta al cumplimiento de objetivos.

Plantilla

Mención especial requiere la plantilla de la empresa, ya que suelen ser el eslabón más débil. No sólo sufren el riesgo de acabar en la calle si se vende o fracasa la empresa de la noche a la mañana. Además, deben soportar prácticas como los sueldos ínfimos, becas eternas, falsos autónomos o promesas de participación en la empresa que nunca llegan. Mientras el CEO se pone un sueldo más que decente tras la última ronda de financiación, el resto de la plantilla sigue esperando una oportunidad que puede que nunca llegue debido a que la empresa fracasa o se vende. Suele ser gente del mundo de la programación, desarrollo, comunicación, administración, marketing, social media, contables...

Por qué fracasan las startups

Productos o servicios que el mercado no necesita, falta de liquidez, equipo inadecuado, competidores más exitosos, mala experiencia para el usuario, CEOs insoportables, etc.

Fíjate en la definición que dábamos en el segundo párrafo del post. Una de las características que se asocia a una startup es la del potencial de rápido crecimiento. Hace décadas, se solían crear negocios con el largo plazo en mente. Un crecimiento lento pero seguro era algo aceptado y deseable.

Hoy en día, muchas veces el objetivo es mostrar que tu empresa es altamente rentable para que inversores u otras empresas estén interesadas en poner dinero o incluso comprar tu empresa. Y el problema surge cuando tu objetivo es mostrar que tu empresa es altamente rentable desde el minuto uno. Y ese problema es que para aumentar los beneficios, muchas veces los salarios son paupérrimos, las jornadas de trabajo dignas de la época de la esclavitud, se invierte más dinero en marketing que en dar un buen servicio o en fidelizar a los clientes o, por supuesto, se han dado casos de falseo de beneficios, es decir, de estafas, para aparentar una gran rentabilidad y vender una empresa que es literalmente una patata caliente.

Esa patata caliente le explota en la cara al comprador de la empresa mientras que la persona que la fundó sale entrevistada en las revistas como una persona de éxito que ha ganado millones gracias al emprendimiento. Y mientras tanto, decenas de personas que habían luchado por esa gran idea, que habían hecho horas extra no pagadas a cambio de promesas incumplidas, se ven de patitas en la calle debido a la ambición desmedida de esa “persona de éxito”.

Lo bueno de las startups

Ojo, cuando se hacen bien y funcionan, las startups son geniales. El problema es cuando el objetivo al crear una startup es forrarse vendiéndola a una empresa más grande. Cuando creas algo con el objetivo de deshacerte de ello, cuando el objetivo es el dinero, las probabilidades de fracaso pueden ser bastante altas.

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Diversos estudios afirman que 9 de cada 10 proyectos de startup fracasan antes de los 3 años

El objetivo de este texto no es el de criticar un modelo de emprendimiento que puede ser totalmente digno, ético y rentable, además de abrir las puertas del mundo empresarial a cualquier persona, por joven que sea, con una idea útil e innovadora para las personas. La idea es más bien el desmitificar ese halo maravilloso que parece que envuelve este mundo y sobre todo quedarse con esa idea de que las startups que llegan a nuestros oídos son las muy pocas que triunfan, aunque sea momentáneamente. Pero aproximadamente el 90% fracasa, con todas las vidas humanas que se ven afectadas por ese fracaso. Se requiere mucha creatividad, mucho esfuerzo y mucha humildad para hacer volar una empresa desde cero.

Conclusión

Espero que, si no tenías mucha idea de este ámbito, te haya ayudado a despejar algunas dudas. Los estudios realmente animan a hablar de una burbuja startup, aunque obviamente no voy a negar que este libro que he leído estaba fuertemente sesgado hacia esa afirmación. Espero encontrar pronto alguno que diga lo contrario para tratar de hacerme una idea propia del tema. Haciendo una rápida búsqueda en Google me he topado también con “los mitos de la burbuja de las startups”.

¿Es cierto que existe una burbuja? Como decía por ahí arriba, el tiempo lo dirá...

¿Y tú? ¿También tenías esta imagen idealizada de las startups?

¿Y yo quién soy para estar contándote esto?

Soy Sergio López, fotógrafo de interiores y arquitectura. Aunque no soy ningún experto, soy un devorador de libros de marketing, psicología o desarrollo profesional. Si a mí me ayudan a desarrollar mi vida y mi negocio, creo que a ti también te ayudarán.